DESDE EL COMA

DESDE EL COMA

Hoy que regreso del estado de coma en el que estuve durante 18 años
me cuesta caminar, ver y sobre todo respirar… creo que tengo que aprender a respirar.
Tanto tiempo fui invisible, estaba acostumbrada a ver mi sombra,
esa sombra sin cara, sin ojos…esa sombra negra
que solo se presentaba cuando había sol, cuando el sol que representaba tu presencia
estaba a mi lado y se proyectaba sobre mí.
Y me sentía tan feliz cuando pisabas mi sombra aunque solo fuera para protegerte del Sol.
Durante tantas noches me trabé en un amor lesbico con la muerte que por poco
contraigo nupcias con ella, no se si me salvó el suero de tu respiración o la esperanza
de no volver a verte.
Tantas veces, cuando estaba dormida, me inyectaste el veneno de tu amor que sin darme cuenta se convirtió en mi droga y ahora que entro en un mundo de rehabilitación me siento culpable de no necesitar más esa dosis de amor enfermo que mantuvo mi adicción.
Desde una cama de sábanas grises, me levanto, caigo, me levanto…caigo. De repente veo esa sombra proyectada sobre la pared y me aferro a ella, uno su mano a la mía y se funden en una sola, la sombra deja de ser sombra y entra en mis venas, ahora tengo venas por las que corre su sangre negra.
Recuerdo esos años cuando yo siendo invisible tenía sombra y deambulaba aún en la oscuridad, ahora que soy visible al menos cuando respiro, no la tengo, esta se niega a salir, ya nunca más se proyectará y nadie podrá utilizarla para protegerse del calor de los malos días
Me levanto y camino. Camino ciega, pero estoy caminando, Choco con recuerdos, alegrías, tristezas, llantos secos y ciegos igual que yo, pero yo estoy caminando y se que después reconoceré el camino, y aunque no vuelva a ver, a escuchar, a sentir tu presencia, nunca más dejaré de caminar con mi sombra dentro de mi, mi sombra nunca más se proyectará.
Hoy me comí mi sombra.